martes, 4 de febrero de 2014

¿CUÁNTAS?

¡Oh pobre!, ¡mi pobre!;
¿cuántas veces te han engañado?,
¿cuántas veces ya se han meado
en tu comida y en tus lágrimas?

Te dijeron que la noche era la luz,
que callar era solo la razón,
que solo obedecerles -a ellos-
era la mejor manera de que fueras
muy educado y muy positivo y, ante todo, "patriótico".

Te dijeron que ir...,
que ir perdiendo
o a rastras
era la gran solución.

¡Oh pobre!, ¡mi pobre!;
¿cuántas veces ya
te han descuartizado en resignación
o en inhumano olvido?

martes, 9 de julio de 2013

   


  FRIALDAD Y FRIALDAD


        De las miles de lágrimas, ¿alguna
        me consolaron?, ¡por Dios!, ¿qué alegría
        me dieron por amor?, de noche y día
        ante mi soledad como ninguna?

        Tuve que resistir la inoportuna
        incomprensión, sin bien, a sangre fría;
        pues, niño era que algo merecía,
        ¿unas caricias?, ¡oh!, ¡ni siquiera una!

        ¡Tanta maldad después de puño lento
        que golpeaba duro el sentimiento,
        tantos prejuicios, burlas, y el olvido!

        ¡Malditos sean!, ellos, oradores
        sin corazón y especuladores;
        ¡siempre! por ellos otros han sufrido.

viernes, 5 de julio de 2013

.


          DICHO ASÍ

          Sólo quiero una tumba para estar contigo,
          ¡ya no comprendo el mundo ni la gente!,
          la "gente" -dicho así serpientemente-,
          porque ya es llanto el único testigo.

          De tantos..., eres sólo tú mi amigo
          del río azul y del sueño transparente;
          la esperanza -sin ser indiferente-
          de la limpia verdad, lo que bendigo.

          Ya concluiré el amor de esta manera,
          con el Sur al desnudo, ardor luchado,
          con la pena de Dios y verdadera.

          No eres más, Miguel, lo rebelado
          que, perfumando por la sangre fiera,
          va a corazón besando desolado.

domingo, 28 de abril de 2013


(Nadie quiere paria)


La perdición
                           ya apesta
en este dolor echado a perder,
en esta suerte malherida,
en este hambre total gritando sangre...;
en las sanguijuelas que escupen la burla,
en esta verdad con grasa de momia,
en los perros amargos que vomitan pus,
en el sexo de los olvidos...;
en el perfume talado por la pena,
en la creencia errando desengañada,
en el miedo c-a-n-s-a-d-o de refugios,
en la sombra que ríe, ¡sí!,
y en los versos podridos;
ya apesta
demasiado
en la humedad del misterio desquerido,
en todo,
en el trans-Rimbaud;
en la pesadilla del espejo para el maniquí,
en los templos del adiós,
en las escuálidas miradas agotadas,
en la bestia inembargable
                                           de rabia
y en los sueños ahorcados;
ya apesta, ¡sí!,
a/rada de delirios,
tropezada tanto...
mísera ,
tanto
con afiladísimos decaimientos.

jueves, 3 de enero de 2013


Es difícil decir con palabras
se necesitan ya uñas
corazón desenterrado
con lágrimas y golpes viejos…
o rapaces

Es difícil con las palabras
decir eso
es necesario absurdos a veces con espinos
o quizás
universos negros de rayos burlantes
fondos abajo de demonio
¡tanto!
para el  h u e c o  de la soledad
¡inabarcable!

Es difícil por las palabras comprobarlo
se muerde... el basta
y de ceguera cree la amapola de la verdad
en el crepúsculo crudo
de los sueños matándose

viernes, 12 de octubre de 2012



Muerte comida
    

                                 
en cualquier sombra me dicen niño                            
pero soy un trago nevado de la espera                        
quizás no soy nada                                          
o un junio velozmente en este clima                          
de rodillas                                                  
pero también para luchar me sé cada cual                    
con su desodorante masticado                                
a navaja de partir hacia la noche                            
porque en la indefinida colección del agua                  
sufrimos                                                    
eso es                                                      
no sé la respuesta de la infamia                            
no la sé                                                    
o quizás                                                    
porque no sé más que la excepción de mi suspiro              
o inciertos y despedazados rumbos imposibles  

imposibles              
donde lágrimas tan últimas parecen sangrientas   

o muerte comida    
o muerte mal..., malgenerada
o muerte -solo- para morir   
en definitiva
con esto o con lo otro por aquí hacia donde vayas    
aunque declaro convencido de que sirvo para gritar atado

por autodefensa    
como aquel muy oráculo amistoso de mis uñas                  
acaso de la desarrepentida inercia del crepúsculo            
porque sí

porque más a ciegas desacurrucando la verdad                
y la lluvia medrada por sus silencios es límite 

sí             
tal como encender la ebriedad del cielo  

al íntimo lado                    
mientras yo ya ni soy perfecto que es desgarrada una pena  

una pena siempre   
desencarnada a pena -¡Dios!- por la sucia flauta                      
y luego me echarán en plomo al río      

       
(¿sobrevivir?)   

domingo, 23 de septiembre de 2012


Para nuestra pobreza pobre y fría
te anima este corazón sufriendo
que nunca hay dignidad, como lo horrendo,
ni para lo que nuestro azul quería.

Ni para nada desde la alegría
de paria que jamás por siempre entiendo,
ni para algo ya seguir viviendo
por la piedad que pide el alma mía.

Como humildad que sin poder insiste,
el que se queda así no tiene nada
por aguantarse inmensamente triste.

El que se abraza a la palabra sola,
la luz que se atrinchera desangrada
de tanto que se grita y que se asola.

domingo, 16 de septiembre de 2012


Esta noche  tengo el corazón tirado.
Esta noche rezo
                           agriamente
como esos niños abismados de abandono
y el tiempo no lo ha reconocido aún.

Es lo que ocurre, es la soledad, la del olvido
que ni siquiera el insomnio -ni el destemple invernal-
ya comprende.

Me duermo sin voz deseada y ya sin sangre
abrazada al mundo, en el reventar de llanto
                               y en toda pobreza.

Es mi noche, Sueño, y se me hunde la llamada
                         que quiera hacer o el corazón quizás…,
se me hunden mis respiros,
mis palabras
ante faustos traficantes de cielos y de esclavos.

Así es, es mi noche en la ausencia pertinaz,
es mi noche
con su inganable reino,
es mi noche solamente noche.

jueves, 30 de agosto de 2012


LA ROSA QUE LLAMA



¿Saber?, lo que se dice saber, sé el olvido;
también la rosa que llama.

Lo que se dice saber, sé orientes de hambre,
pesadillas en flor del apartheid
                                            y del desconsuelo,
muertos para que sigan acumulándose fríos.

Sé el pan pisoteado,
el miedo empujándose
hacia la inculcación de las duras máscaras,
el deseo que no escucha
o la gran zarpa elevándose a la gran vanidad.

Sé perder....
el hambre que pierde y el beso del hambre,
el cielo de Dios destripado
y algunos que esperan -sin poder esperar-
                               el digno resultado de los gritos.

domingo, 26 de agosto de 2012



ALGO INCLUSO ALGO


tiene que haber un sueño incluso debajo de la nieve
cuando el decir está ya corrupto
y la luz está borracha

un sueño vivo
un sueño
perder llanto para quererlo

dejar los ojos
                        hacia el silencio

él sólo es algo imposible
único
como una verdad  inconsciente
o como una inexpresión de dulzura

él sólo es algo inencontrable
algo de ceniza
diría marítima –si se puede decir-
de esperanza nunca de rodillas

es sólo un sueño
que quizás nadie comprenda

es… sólo un sueño

domingo, 19 de agosto de 2012


UNO SIN TI, ¿QUÉ ES?



Uno sin ti, ¿qué es?,
¿qué es de la tierra sin apenas una luz?,
¿qué es del andar sin un alivio a su cansancio?,
¿qué es de cualquier valor sin un recuerdo?   
   
Uno sin ti, ¿qué es?,
¿qué forma y... qué llama?,
¿qué palabra verdaderamente hablada, ahondada?,
¿qué presagio interminable?

Uno sin ti, ¿qué es?,
¿qué esperar anclado al movimiento?,
¿qué moverse en el mínimo hálito
o -quizás- en el indeseado abandono?,
            ¿qué dulce amor de las raíces?                

sábado, 18 de agosto de 2012


(A un niño muy pobre... que ya se está muriendo de hambre)



Tengo que comprender que te comprendo
como un buen corazón a su latido,
mancharme de tu humano recorrido,
ver dónde estás de ti y qué estás haciendo.

Porque no has de estar solo ahí abriendo
tu pequeñita fuerza en el olvido,
tú que eres un sueño y un sentido,
expectativa que se va viviendo.

Sí, eres dignidad, aun no se diga,
aun se le enturbie la razón al mundo,
aun el más veleidoso lo maldiga.

Tú eres dignidad de carne y hueso,
tú eres a alto merecer rotundo...
lo que te quitan de alas y de beso.

Señor: 


La niebla no puede más,
ni las palabras muertas,
ni la soledad que no sabe serlo,
ni los ríos esqueléticos,
ni nada del viento que no se asesine.

No puede más nada, nada puede más
si lleva el corazón
en convencimiento,
deteniendo los fusiles
o arreglando los libros
para el niño que va a crecer
por unos labios que sean 
del mundo no astuto y silenciador...,
no castigado
de la vida.

¡Nada ni nadie puede más!

A MIGUEL HERNÁNDEZ

Sí, este es mi dolor y despedaza
todo lo que he luchado – en alegría –,
es así claridad a rebeldía
aun lo tan cruel ya aplaste con su maza.

Donde por filos mire que no abraza
será mi perdición, desalegría;
pues connivencia paria nunca ansía
sino escupe los llantos en su casa.

¡Perderé!, pero un hombre nunca apura
su seguir; que es el Sueño el que no inhibe
amor, amor en torno a mi cintura.

¡Ay!, al menos déjenme vivir mi... mundo:
ser la dignidad poca que se escribe
mientras avance el vértigo rotundo.

domingo, 12 de agosto de 2012


NUNCA


Como si fueras tú
nunca dejes de amarme...,                                               
aunque
                nos desvalijen dictaduras,
aunque nos cieguen nagasakis,
aunque arrasen todos los huracanes,
aunque se hundan islas.

No dejes de amarme,
ya pase todo, ya desangre el llanto, o el inferaz cansancio;
ya se haga más perfecto el olvido.

Tú, que eres mi sueño, mi camino de confianza                 
                                                                               (mi poder),
mi costilla incesante, mi engendramundos, mi voz desnuda...;
siempre,
siempre: como si fueras tú, así.

Como si fueras tú, ven, ven ya a este mismísimo
volvernos al nuevo asombro azul y requerimiento y revelación
en la intimidad invadeable de nuestro sólo soñar:
amor, amor, amor, pulso indesacralizable – a mares de vis
                                                                                                 bien embebida –
al ilimitado cántico
tartesso
y ósculo.

No; nunca, nunca dejes tú en algo de perdición nuestros nombres,
nuestros dejos esos, álveos de ternura, nuestro secreto... especial,
nuestros pensiles atrayéndose
por el Sur;
aunque
              ruja ya o muerda el tiempo, aunque incluso se pudra la falsa verdad o... su luz,
aunque pisen ahora – sí, ¡mi amor! – las noches las lágrimas o todas las posibles 
lágrimas incólumes fatalmente, aunque se nos extirpen – en el mayor desprecio – 
estos tan ¡nuestros! instantes uniéndonos...        
                                                    ¡Pero nunca dejemos que nos quiten nuestra Luz!

D E J A N D O   S E N T I R   A L   C O R A Z Ó N  
                                                                   
Cuánto se muere por nada
en esta guerra de lágrimas...;
¡oh padre!,
arañando luz,
desprohibiendo o inventando
alguna
              verdad,
algún silbo sólo puro, de uno, de uno, al fin libre
para siempre desde el corazón.
Te doy hoy la voz 
incorruptible,
desnuda, fieramente decidida,
la humilde que tú dejaste,
ésa precisa…,
y la atrinchero todo lo que puedo con tus entrañables tan bellos  recuerdos,
con tu valor enriquecido de tierra
y de esperanza.
¡Cuánto amaste a luz y a Cristo!,
como los charcos de sed que deja con sangre iluminando un ser ofrecido…
y como –quizás– los trajineos
de sonrisas en la tan dignísima jornada, en la tan dignísima jornada.
Como los cañaverales.
¡Cuánto amaste! Y por eso 
mi nombre es tuyo,
y mis dos manos, todo mi camino,
este barro ya es para ti,
la ternura que tengo tiznada del mundo
ya es para ti,
lo tanto, la soledad perdida, la pobredumbre acuchillada de miseria;
porque… mis gritos me sacarán de todo
si es que así el amor lo dice,
porque… mis gritos sabrán qué hacer.

domingo, 5 de agosto de 2012


CUANDO QUIERA EL HORIZONTE


La perdición sé
como muerte testaruda
y, sin embargo, siempre he caminado
tiernamente
en busca de un horizonte
dejando mis latidos niños libres
- así mi sentimiento -.

El abandono sé
siempre
como una Gioconda que se ha preguntado
por muchas imposturas de crueldad
y también de injusticia
- eso es quedarse abandonado por los que deben dar respuesta -
y, sin embargo, he soñado más y más luz
de ciertos rostros misteriosamente por mí comprensivos
en cualquier amanecer.

Sí, el olvido sé
como una sombra desechada hasta por el silencio
o por la loca mentira
de lo que quiere creerse poder a toda costa
y, sin embargo, con mi desnudo
que es tan intenso como un mar,
con mi desnudo
corazonadamente sólo para el hambre humilde y nómada
y para el aliento durmiéndose en las musicalidades
de la esperanza,
alegro las confianzas de mi voz
en un horizonte ya por cualquier parte,
cierto.

lunes, 30 de julio de 2012


--------------------Es tu apoyo lo que tengo
--------------------para no caer ni morirme,
--------------------sueño de suave esperanza
--------------------que siempre habrás de decirme.

--------------------Hondo abrazo es lo que llevo,
--------------------¡tanto espacio para abrirse!,
--------------------para amar a lo que se ama
--------------------pero ya el nunca imposible.

--------------------Es tu mundo lo que valgo,
--------------------es tu fe que en mí existe...,
--------------------como ver por tu sonrisa
--------------------brillos de las cosas tristes.

jueves, 26 de julio de 2012



Tengo tanto dolor y sal mascando,
tanto crimen de luz..., pasión perdida,
tanta implacable sed turbia en caída,
tanta desvariación hoy desvariando.

Tengo inverso gritar..., sangre tragando
en la desesperanza y cruz podrida,
lucha tanta en traición, contra noche ida,
tanto jamás que no sé hasta cuándo.

Tengo viejo fatal a silbo roto,
tanta voz seca, ¡oh lágrima quemada!,
tantas palabras en puñal y coto.

Pobrísima quimera en odio helada,
fuertes abismos entre olvido ignoto
que al alacrán más tumba la mirada.