LA ROSA QUE
LLAMA
¿Saber?, lo que se dice saber, sé el olvido;
también la rosa que llama.
Lo que se dice saber, sé orientes de hambre,
pesadillas en flor del apartheid
y del desconsuelo,
muertos para que sigan acumulándose fríos.
Sé el pan pisoteado,
el miedo empujándose
hacia la inculcación de las duras máscaras,
el deseo que no escucha
o la gran zarpa elevándose a la gran vanidad.
Sé perder....
el hambre que pierde y el beso del hambre,
el cielo de Dios destripado
y algunos que esperan -sin poder esperar-
el digno resultado de los
gritos.