(A un niño muy pobre... que ya se está muriendo de
hambre)
Tengo
que comprender que te comprendo
como
un buen corazón a su latido,
mancharme
de tu humano recorrido,
ver
dónde estás de ti y qué estás haciendo.
Porque
no has de estar solo ahí abriendo
tu
pequeñita fuerza en el olvido,
tú
que eres un sueño y un sentido,
expectativa
que se va viviendo.
Sí,
eres dignidad, aun no se diga,
aun
se le enturbie la razón al mundo,
aun
el más veleidoso lo maldiga.
Tú
eres dignidad de carne y hueso,
tú
eres a alto merecer rotundo...
lo
que te quitan de alas y de beso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario