¿CUÁNTAS?
¡Oh pobre!, ¡mi pobre!;
¿cuántas veces te han engañado?,
¿cuántas veces ya se han meado
en tu comida y en tus lágrimas?
Te dijeron que la noche era la luz,
que callar era solo la razón,
que solo obedecerles -a ellos-
era la mejor manera de que fueras
muy educado y muy positivo y, ante todo, "patriótico".
Te dijeron que ir...,
que ir perdiendo
o a rastras
era la gran solución.
¡Oh pobre!, ¡mi pobre!;
¿cuántas veces ya
te han descuartizado en resignación
o en inhumano olvido?