¿CUÁNTAS?
¡Oh pobre!, ¡mi pobre!;
¿cuántas veces te han engañado?,
¿cuántas veces ya se han meado
en tu comida y en tus lágrimas?
Te dijeron que la noche era la luz,
que callar era solo la razón,
que solo obedecerles -a ellos-
era la mejor manera de que fueras
muy educado y muy positivo y, ante todo, "patriótico".
Te dijeron que ir...,
que ir perdiendo
o a rastras
era la gran solución.
¡Oh pobre!, ¡mi pobre!;
¿cuántas veces ya
te han descuartizado en resignación
o en inhumano olvido?
LUCHAR TIENE SENTIDO
Poemas de José Repiso Moyano
martes, 4 de febrero de 2014
martes, 9 de julio de 2013
FRIALDAD Y FRIALDAD
De las miles de lágrimas, ¿alguna
me consolaron?, ¡por Dios!, ¿qué alegría
me dieron por amor?, de noche y día
ante mi soledad como ninguna?
Tuve que resistir la inoportuna
incomprensión, sin bien, a sangre fría;
pues, niño era que algo merecía,
¿unas caricias?, ¡oh!, ¡ni siquiera una!
¡Tanta maldad después de puño lento
que golpeaba duro el sentimiento,
tantos prejuicios, burlas, y el olvido!
¡Malditos sean!, ellos, oradores
sin corazón y especuladores;
¡siempre! por ellos otros han sufrido.
viernes, 5 de julio de 2013
.
Sólo quiero una tumba para estar contigo,
¡ya no comprendo el mundo ni la gente!,
la "gente" -dicho así serpientemente-,
porque ya es llanto el único testigo.
De tantos..., eres sólo tú mi amigo
del río azul y del sueño transparente;
la esperanza -sin ser indiferente-
de la limpia verdad, lo que bendigo.
Ya concluiré el amor de esta manera,
con el Sur al desnudo, ardor luchado,
con la pena de Dios y verdadera.
No eres más, Miguel, lo rebelado
que, perfumando por la sangre fiera,
va a corazón besando desolado.
domingo, 28 de abril de 2013
(Nadie quiere paria)
La perdición
ya apesta
en esta suerte malherida,
en este hambre total gritando sangre...;
en las sanguijuelas que escupen la burla,
en esta verdad con grasa de momia,
en los perros amargos que vomitan pus,
en el sexo de los olvidos...;
en el perfume talado por la pena,
en la creencia errando desengañada,
en el miedo c-a-n-s-a-d-o de refugios,
en la sombra que ríe, ¡sí!,
y en los versos podridos;
ya apesta
demasiado
en la humedad del misterio desquerido,
en todo,
en el trans-Rimbaud;
en la pesadilla del espejo para el maniquí,
en los templos del adiós,
en las escuálidas miradas agotadas,
en la bestia inembargable
de
rabia
y en los sueños ahorcados;
ya apesta, ¡sí!,
a/rada de delirios,
tropezada tanto...
– mísera –,
tanto
con afiladísimos
decaimientos.
jueves, 3 de enero de 2013
Es difícil decir con palabras
se
necesitan ya uñas
corazón
desenterrado
con
lágrimas y golpes viejos…
o rapaces
Es
difícil con las palabras
decir eso
es
necesario absurdos a veces con espinos
o quizás
universos
negros de rayos burlantes
fondos abajo de
demonio
¡tanto!
para
el h u e c o de la soledad
¡inabarcable!
Es
difícil por las palabras comprobarlo
sí
se
muerde... el basta
y de
ceguera cree la amapola de la verdad
en el
crepúsculo crudo
de los
sueños matándose
viernes, 12 de octubre de 2012
Muerte
comida
en cualquier sombra me dicen niño
pero soy un trago nevado de la espera
quizás no soy nada
o un junio velozmente en este clima
de rodillas
pero también para luchar me sé cada cual
con su desodorante masticado
a navaja de partir hacia la noche
porque en la indefinida colección del agua
sufrimos
eso es
no sé la respuesta de la infamia
no la sé
o quizás
porque no sé más que la excepción de mi suspiro
o inciertos y despedazados rumbos imposibles
imposibles
donde lágrimas tan últimas parecen sangrientas
o muerte comida
o muerte mal..., malgenerada
o muerte -solo- para morir
en definitiva
con esto o con lo otro por aquí hacia donde vayas
aunque declaro convencido de que sirvo para gritar atado
por autodefensa
como aquel muy oráculo amistoso de mis uñas
acaso de la desarrepentida inercia del crepúsculo
porque sí
porque más a ciegas desacurrucando la verdad
y la lluvia medrada por sus silencios es límite
sí
tal como encender la ebriedad del cielo
al íntimo lado
mientras yo ya ni soy perfecto que es desgarrada una pena
una pena siempre
desencarnada a pena -¡Dios!- por la sucia flauta
y luego me echarán en plomo al río
(¿sobrevivir?)
en cualquier sombra me dicen niño
pero soy un trago nevado de la espera
quizás no soy nada
o un junio velozmente en este clima
de rodillas
pero también para luchar me sé cada cual
con su desodorante masticado
a navaja de partir hacia la noche
porque en la indefinida colección del agua
sufrimos
eso es
no sé la respuesta de la infamia
no la sé
o quizás
porque no sé más que la excepción de mi suspiro
o inciertos y despedazados rumbos imposibles
imposibles
donde lágrimas tan últimas parecen sangrientas
o muerte comida
o muerte mal..., malgenerada
o muerte -solo- para morir
en definitiva
con esto o con lo otro por aquí hacia donde vayas
aunque declaro convencido de que sirvo para gritar atado
por autodefensa
como aquel muy oráculo amistoso de mis uñas
acaso de la desarrepentida inercia del crepúsculo
porque sí
porque más a ciegas desacurrucando la verdad
y la lluvia medrada por sus silencios es límite
sí
tal como encender la ebriedad del cielo
al íntimo lado
mientras yo ya ni soy perfecto que es desgarrada una pena
una pena siempre
desencarnada a pena -¡Dios!- por la sucia flauta
y luego me echarán en plomo al río
(¿sobrevivir?)
domingo, 23 de septiembre de 2012
Para nuestra pobreza pobre y fría
te anima este corazón sufriendo
que nunca hay dignidad, como lo horrendo,
ni para lo que nuestro azul quería.
Ni para nada desde la alegría
de paria que jamás por siempre entiendo,
ni para algo ya seguir viviendo
por la piedad que pide el alma mía.
Como humildad que sin poder insiste,
el que se queda así no tiene nada
por aguantarse inmensamente triste.
El que se abraza a la palabra sola,
la luz que se atrinchera desangrada
de tanto que se grita y que se asola.
domingo, 16 de septiembre de 2012
Esta noche tengo el corazón
tirado.
Esta noche rezo
agriamente
como esos niños abismados de
abandono
y el tiempo no lo ha
reconocido aún.
Es lo que ocurre, es la
soledad, la del olvido
que ni siquiera el insomnio -ni el destemple invernal-
ya comprende.
Me duermo sin voz deseada y ya
sin sangre
abrazada al mundo, en el
reventar de llanto
y en toda pobreza.
Es mi noche, Sueño, y se me
hunde la llamada
que quiera hacer o el corazón quizás…,
se me hunden mis respiros,
mis palabras
ante faustos traficantes de
cielos y de esclavos.
Así es, es mi noche en la
ausencia pertinaz,
es mi noche
con su inganable reino,
es mi noche solamente noche.
jueves, 30 de agosto de 2012
LA ROSA QUE
LLAMA
¿Saber?, lo que se dice saber, sé el olvido;
también la rosa que llama.
Lo que se dice saber, sé orientes de hambre,
pesadillas en flor del apartheid
y del desconsuelo,
muertos para que sigan acumulándose fríos.
Sé el pan pisoteado,
el miedo empujándose
hacia la inculcación de las duras máscaras,
el deseo que no escucha
o la gran zarpa elevándose a la gran vanidad.
Sé perder....
el hambre que pierde y el beso del hambre,
el cielo de Dios destripado
y algunos que esperan -sin poder esperar-
el digno resultado de los
gritos.
domingo, 26 de agosto de 2012
ALGO
INCLUSO ALGO
tiene que haber un sueño incluso
debajo de la nieve
cuando el decir está ya corrupto
y la luz está borracha
un sueño vivo
un sueño
perder llanto para quererlo
dejar los ojos
hacia el silencio
él sólo es algo imposible
único
como una verdad inconsciente
o como una inexpresión de dulzura
él sólo es algo inencontrable
algo de ceniza
diría marítima –si se puede decir-
de esperanza nunca de rodillas
es sólo un sueño
que quizás nadie comprenda
es… sólo un sueño
domingo, 19 de agosto de 2012
UNO
SIN TI, ¿QUÉ ES?
Uno
sin ti, ¿qué es?,
¿qué
es de la tierra sin apenas una luz?,
¿qué
es del andar sin un alivio a su cansancio?,
¿qué
es de cualquier valor sin un recuerdo?
Uno
sin ti, ¿qué es?,
¿qué
forma y... qué llama?,
¿qué
palabra verdaderamente hablada, ahondada?,
¿qué
presagio interminable?
Uno
sin ti, ¿qué es?,
¿qué
esperar anclado al movimiento?,
¿qué
moverse en el mínimo hálito
o
-quizás- en el indeseado abandono?,
¿qué dulce amor de las
raíces?
sábado, 18 de agosto de 2012
(A un niño muy pobre... que ya se está muriendo de
hambre)
Tengo
que comprender que te comprendo
como
un buen corazón a su latido,
mancharme
de tu humano recorrido,
ver
dónde estás de ti y qué estás haciendo.
Porque
no has de estar solo ahí abriendo
tu
pequeñita fuerza en el olvido,
tú
que eres un sueño y un sentido,
expectativa
que se va viviendo.
Sí,
eres dignidad, aun no se diga,
aun
se le enturbie la razón al mundo,
aun
el más veleidoso lo maldiga.
Tú
eres dignidad de carne y hueso,
tú
eres a alto merecer rotundo...
lo
que te quitan de alas y de beso.
Señor:
La niebla no puede
más,
ni las palabras
muertas,
ni la soledad que
no sabe serlo,
ni los ríos
esqueléticos,
ni nada del viento
que no se asesine.
No puede más nada,
nada puede más
si lleva el
corazón
en convencimiento,
deteniendo los
fusiles
o arreglando los
libros
para el niño que
va a crecer
por unos labios
que sean
del mundo no
astuto y silenciador...,
no castigado
de la vida.
¡Nada ni nadie puede más!
A MIGUEL HERNÁNDEZ
Sí,
este es mi dolor y despedaza
todo
lo que he luchado – en alegría –,
es
así claridad a rebeldía
aun
lo tan cruel ya aplaste con su maza.
Donde
por filos mire – que no abraza –
será
mi perdición, desalegría;
pues
connivencia paria nunca ansía
sino
escupe los llantos en su casa.
¡Perderé!,
pero un hombre nunca apura
su
seguir; que es el Sueño el que no inhibe
amor,
amor en torno a mi cintura.
¡Ay!,
al menos déjenme vivir mi... mundo:
ser
la dignidad poca que se escribe
mientras avance el vértigo rotundo.
domingo, 12 de agosto de 2012
NUNCA
Como
si fueras tú
nunca dejes de amarme...,
aunque
nos desvalijen dictaduras,
aunque
nos cieguen nagasakis,
aunque
arrasen todos los huracanes,
aunque
se hundan islas.
No
dejes de amarme,
ya
pase todo, ya desangre el llanto, o el inferaz cansancio;
ya
se haga más perfecto el olvido.
Tú,
que eres mi sueño, mi camino de confianza
(mi poder),
mi
costilla incesante, mi engendramundos, mi voz desnuda...;
siempre,
siempre:
como si fueras tú, así.
Como
si fueras tú, ven, ven ya a este mismísimo
volvernos
al nuevo asombro azul y requerimiento y revelación
en
la intimidad invadeable de nuestro sólo soñar:
amor, amor, amor, pulso
indesacralizable – a mares de vis
bien embebida –
al
ilimitado cántico
tartesso
y
ósculo.
No;
nunca, nunca dejes tú en algo de perdición nuestros nombres,
nuestros
dejos esos, álveos de ternura, nuestro secreto... especial,
nuestros
pensiles atrayéndose
por
el Sur;
aunque
ruja ya o muerda el tiempo,
aunque incluso se pudra la falsa verdad o... su luz,
aunque
pisen ahora – sí, ¡mi amor! – las noches las lágrimas o todas las posibles
lágrimas incólumes fatalmente, aunque
se nos extirpen – en el mayor desprecio –
estos tan ¡nuestros! instantes uniéndonos...
¡Pero nunca dejemos que nos quiten
nuestra Luz!
D E J A N D O S E N T I R
A L C O R A Z Ó N
Cuánto
se muere por nada
en
esta guerra de lágrimas...;
¡oh
padre!,
arañando
luz,
desprohibiendo
o inventando
alguna
verdad,
algún
silbo sólo puro, de uno, de uno, al fin libre
para siempre desde
el corazón.
Te doy
–hoy– la voz
incorruptible,
incorruptible,
desnuda,
fieramente decidida,
la
humilde que tú dejaste,
ésa
precisa…,
y la
atrinchero todo lo que puedo con tus entrañables –tan
bellos–
recuerdos,
con tu
valor enriquecido de tierra
y de esperanza.
¡Cuánto
amaste a luz y a Cristo!,
como
los charcos de sed que deja con sangre iluminando un ser ofrecido…
y como
–quizás– los trajineos
de
sonrisas en la tan dignísima jornada, en la tan dignísima jornada.
Como los cañaverales.
¡Cuánto
amaste! Y por eso
mi nombre es tuyo,
mi nombre es tuyo,
y mis dos manos, todo
mi camino,
este
barro ya es para ti,
la
ternura que tengo tiznada del mundo
ya es
para ti,
lo
tanto, la soledad perdida, la pobredumbre acuchillada de miseria;
porque…
mis gritos me sacarán de todo
si es
que así el amor lo dice,
porque…
mis gritos sabrán qué hacer.
domingo, 5 de agosto de 2012
CUANDO QUIERA EL HORIZONTE
La perdición sé
como muerte testaruda
y, sin embargo, siempre he caminado
tiernamente
en busca de un horizonte
dejando mis latidos niños libres
- así mi sentimiento -.
El abandono sé
siempre
como una Gioconda que se ha preguntado
por muchas imposturas de crueldad
y también de injusticia
- eso es quedarse abandonado por los
que deben dar respuesta -
y, sin embargo, he soñado más y más luz
de ciertos rostros misteriosamente por
mí comprensivos
en cualquier amanecer.
Sí, el olvido sé
como una sombra desechada hasta por el
silencio
o por la loca mentira
de lo que quiere creerse poder a toda
costa
y, sin embargo, con mi desnudo
que es tan intenso como un mar,
con mi desnudo
corazonadamente sólo para el hambre
humilde y nómada
y para el aliento durmiéndose en las
musicalidades
de la esperanza,
alegro las confianzas de mi voz
en un horizonte ya por cualquier
parte,
cierto.
lunes, 30 de julio de 2012
--------------------Es tu apoyo lo que tengo
--------------------para no caer ni morirme,
--------------------sueño de suave esperanza
--------------------que siempre habrás de decirme.
--------------------Hondo abrazo es lo que llevo,
--------------------¡tanto espacio para abrirse!,
--------------------para amar a lo que se ama
--------------------pero ya el nunca imposible.
--------------------Es tu mundo lo que valgo,
--------------------es tu fe que en mí existe...,
--------------------como ver por tu sonrisa
--------------------brillos de las cosas tristes.
--------------------para no caer ni morirme,
--------------------sueño de suave esperanza
--------------------que siempre habrás de decirme.
--------------------Hondo abrazo es lo que llevo,
--------------------¡tanto espacio para abrirse!,
--------------------para amar a lo que se ama
--------------------pero ya el nunca imposible.
--------------------Es tu mundo lo que valgo,
--------------------es tu fe que en mí existe...,
--------------------como ver por tu sonrisa
--------------------brillos de las cosas tristes.
jueves, 26 de julio de 2012
Tengo
tanto dolor y sal mascando,
tanto
crimen de luz..., pasión perdida,
tanta
implacable sed turbia en caída,
tanta
desvariación hoy desvariando.
Tengo
inverso gritar..., sangre tragando
en
la desesperanza y cruz podrida,
lucha
tanta en traición, contra noche ida,
tanto
jamás que no sé hasta cuándo.
Tengo
viejo fatal a silbo roto,
tanta
voz seca, ¡oh lágrima quemada!,
tantas
palabras en puñal y coto.
Pobrísima
quimera en odio helada,
fuertes
abismos entre olvido ignoto
que
al alacrán más tumba la mirada.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)